El día 17 de noviembre del pasado año 2021, tuve el honor de ser elegido y confirmado Prior de la comunidad benedictina de este Real Monasterio de Santa María de El Paular, perteneciente a la Congregación Sublacense-Casinense. Mi instalación en el cargo es consecuencia de la sustitución del P. Miguel Muñoz Vila que lo ha ocupado durante los casi últimos 19 años, el cual renunció a su cargo, por razones de edad, y al que hay que agradecer su dedicación y entrega a la Comunidad y a todos aquellos que se han acercado al Monasterio demandando apoyo y acogida.
Asumo esta responsabilidad con ilusión y con el propósito de continuar la labor ya emprendida por mi predecesor, con las lógicas adaptaciones que requieran cada uno de los tiempos presentes.
Nuestra Comunidad, como no puede ser de otra manera, se rige por la Regla de san Benito, cuyo conocido lema es “ora et labora”. Nuestro mayor empeño es dedicarnos a la oración, pero sin abandonar el trabajo que dignifica al hombre. De esta manera, nuestra jornada se encuentra dividida por los tiempos de oración comunitaria, en cinco momentos del día, desde el rezo de Maitines a las 6:30 horas, hasta el de Completas a las 22:00 horas. En los tiempos intermedios dedicamos nuestra vida a diferentes tareas.
Entre los trabajos que llevamos a cabo, es responsabilidad de la Comunidad mantener y mostrar al público el bello monumento que es este Monasterio, permitiendo que todo el mundo pueda disfrutar de la riqueza que encierra, observando la razón para la que fue creado y que aún se mantiene: el acoger a una comunidad monástica, fundamentalmente entregada a Dios.
Pero no dejamos de realizar otras diversas actividades, como una continuada labor pastoral, en la que destacan la dirección de ejercicios espirituales y la organización e impartición de cursos de formación teológica, gracias a la existencia en el Monasterio de un moderno Centro de Espiritualidad, del que yo mismo soy director. Para estas actividades, contamos con la colaboración desinteresada de un grupo de sacerdotes y laicos, de alto nivel y especializados en cada temática. Fruto de todo ello, hemos lanzado una colección de libros que pretenden acudir a la formación e información de aquellas personas interesadas en la labor que realizamos en nuestro Centro. Además, el Centro de Espiritualidad está adaptado para acoger a otros grupos, con actividades propias de diversas índoles, o personas individuales, siempre que se adapten a los horarios y requerimientos de silencio y oración de nuestra comunidad benedictina.
Por último, nuestra Comunidad pone a disposición de todos aquellos que se quieran acercar a visitar el Monasterio, una serie de productos monásticos, únicos en su género y a los que podrán acceder a través de la tienda situada en el mismo.
Quiero finalizar dando la bienvenida a todos aquellos que quieran o necesiten acercarse a nosotros, para vivir momentos de reflexión, paz y encuentro con Dios y consigo mismo, así como requerir una formación religiosa, de calidad y rigor, adaptada a nuestro tiempo. Para ello disponemos de un magnífico entorno histórico, artístico y natural, así como del suficiente espacio y silencio que facilitan estos objetivos.
Recibid mi abrazo fraterno y mi oración.
P. Joaquín Cruz Oeo, OSB
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